Puente sobre el río Cervol
La desembocadura del río Cérvol en el Mediterráneo es hoy un lugar marginal sin carácter. Es un descampado abandonado pendiente de incorporar al tejido urbano de Vinaroz. La canalización de la desembocadura y la construcción de la depuradora de aguas residuales dentro de su cauce natural han degradado aún más la llanura de gravas y arenas en la que se fundían el río y la playa a orillas del Mediterráneo. El puente de la Fora Forat se sitúa en el lugar más cercano al mar en el que es posible hacerlo. Resuelve la discontinuidad que establece el Cervól y las infraestructuras hidráulicas asociadas a su desembocadura y enlaza con los caminos y paseos que recorren la costa; y en la escala más local, el puente se asocia a dos pequeños pinares, uno al sur – el pinar de la Fora Forat, ya maduro – y el que proponemos al norte donde desembarca el puente.
El puente cede su protagonismo visual al mar, a la desembocadura del río y a los pinares que la acompañan. Lo hace con un perfil ‘horizontal’, una línea invisible sobre el horizonte del Mediterráneo. Su estructura de banda-tesa con un único vano de 50 metros permite que el tablero se construya con dovelas de solo 12 cm de canto. Esta esbeltez extraordinaria y su posición paralela a la costa configura un balcón que flota sobre el mar.
El puente está constituido por un conjunto escaso de elementos que facilitan un mantenimiento sencillo frente a la agresividad del ambiente marino y colaboran para hacerlo ligero y robusto; cimentaciones sobre micro-pilotes profundos, dovelas de hormigón prefabricado, barandillas de perfiles y mallas de acero inoxidable y las dos platabandas de acero de 700 por 30 mm que soportan el tablero. En el frente de levante del puente, un pasamanos de madera de ipe de sección gruesa remata la barandilla y da al puente cierto carácter ‘marino’.
El trazado de la catenaria que configura la banda-tesa requiere, para superar la línea de inundación de los 100 años, que el estribo sur se sitúe 90 cm por encima de la cota de la acera del passeig Fora del Forat. Esta elevación se resuelve con una rampa que lo hace accesible y con un graderío donde es posible sentarse y contemplar el mar.
El área actualmente vacante al norte se propone como una superficie horizontal y continua sobre la que una plantación de dos especies de pinos reconstruye con naturalidad el paisaje de la costa mediterránea, tratando de conservar el carácter que tiene de ‘campa disponible’. El proyecto integra la construcción civil del puente con la urbanización de su entorno para hacerla más amable, pero manteniendo la naturalidad y cierto ‘desaliño’ que nos parece un valor de este lugar de la costa.