Parque de Ribera del Nervión
El entorno de la Dársena de Portu es un gran vacío que muestra las trazas de su historia. Es un lugar desdibujado, pero de gran belleza y con un extraordinario potencial que disfruta desde su cota superior de unas vistas espléndidas sobre la ría del Nervión y de un frondoso y silvestre paisaje horizontal en su nivel inferior. En su parte sur está cruzado en diagonal por la emergencia en superficie del cajón cerrado de una línea de ferrocarril que divide el área en dos restos inconexos; el primero deja al este la falda del cerro de Arrontegi, artificialmente cortada, y el segundo, en la cota más baja, deja una gran explanada situada al borde de la ría que alojó en el pasado las instalaciones de la acería de la Compañía Franco Belga.
El proyecto subraya las cualidades de ambos lugares – terraza superior y explanada inferior – y elimina la fractura que existe entre ellos con una nueva topografía que enlaza el borde de la ría con el frente urbano del este de Barakaldo. El parque formaliza así tres franjas: [a] la gran terraza superior arbolada con vistas sobre la ría; [b] una ladera tapizada de vegetación silvestre que resuelve el desnivel y aloja los accesos; y [c] una campa extensa con caminos que se entretejen entre praderas, abierta a cualquier actividad. La campa es un escenario abierto y despejado en el que todo puede ocurrir – sin especialización ni jerarquías – un partido de fútbol, las aventuras de los juegos infantiles, poner las cometas al viento, el encuentro entre jóvenes, una merienda, una celebración, un paseo a pie, en bicicleta o patinando, o simplemente la contemplación del paisaje único de la ría y la dársena. Y la ladera es, como Gilles Clément sugiere, un ‘jardín en movimiento’, libre y naturalizado.
Alesander Gallastegi [TYPSA]