Moscow River
La ciudad de Moscú puede verse como un archipiélago inconexo y poco articulado lleno de discontinuidades, grandes bosques e industrias obsoletas, muchos espacios vacantes, una estructura de movilidad poco eficaz. En realidad, resulta difícil encontrar una estructura legible más allá de los tres anillos centrales. Se trata de una enorme ciudad-collage. Para provocar un cambio, Moscú necesita un gran proyecto, que ahora se puede hacer. El río Moskova que cruza la ciudad formando meandros, islas, lagunas y afluentes puede ser el origen de esta transformación de muy largo alcance en el tiempo. Pero el río es ahora inaccesible en su mayor parte, salvo el escaso recorrido del centro de la ciudad, sus márgenes se encuentran ocupadas por inmensas áreas industriales, muchas de ellas completamente obsoletas y abandonadas.
Las primeras intervenciones en el desarrollo urbano de la antigua fábrica ZIL; la segunda es la re-naturalización de los meandros de Stroginskaya Poima y de Mnevnikoskaya Poima y los terrenos situados en el anillo interior. El proyecto es extraordinariamente ambicioso y la ciudad de Moscú ya ha puesto en marcha algunos proyectos relevantes en el centro de la ciudad. Proponemos articular este archipiélago y transformarlo en un mosaico en el que cada pieza tenga un sentido propio, pero que simultáneamente todas vayan construyendo, en el tiempo, una imagen coherente. Cada pieza del mosaico es un lugar que responde a condiciones urbanas distintas, con un potencial urbano diferente y con un paisaje diferenciado identificable, que dará acomodo a la máxima riqueza de usos y que siendo, en cierto modo, independientes unas de otras, multiplican sus efectos. El río Moskova es la figura central de este mosaico, donde hemos transformado la ciudad con gran proyecto que ha “situado” de nuevo el río en su corazón urbano.