Viviendas Aluche
La parcela y el programa de necesidades sobre los que se plantea el proyecto establecen unos límites estrictos que requieren de una respuesta muy afinada. Sobre un soporte geométrico riguroso se ha compuesto un rompecabezas de viviendas en el que todas y cada una de las piezas son valiosas. Cada una de ellas es una buena vivienda con piezas de tamaño y superficie adecuados y un sistema de relaciones funcionales bien organizados. La manzana alberga cien viviendas servidas únicamente por seis núcleos verticales, alcanzando una relación óptima entre superficie edificable y útil sin renunciar, en ningún caso, a la doble orientación y la ventilación cruzada. Esto se traduce directamente en la racionalidad de la construcción y la economía de la obra, pero el proyecto disfruta de otros elementos que multiplican el valor del edificio.
A diferencia de lo habitual en manzanas de pequeño tamaño como esta, el patio es un lugar arbolado, atractivo visualmente, suficientemente soleado en invierno y húmedo y ventilado en verano; y en la azotea, una plataforma de uso colectivo con una piscina ofrece unas vistas privilegiadas sobre la Casa de Campo y la Sierra de Guadarrama. Las fachadas, tanto al interior como al exterior, repiten con ciertas variaciones de tamaño y posición el mismo hueco. Esto ha permitido optimizar su diseño y su fabricación industrial mejorando considerablemente sus elementos. La obra adquiere así, frente a la diversidad confusa del entorno urbano, cierto sosiego visual.