Escuela Municipal de Música y Artes escénicas
El proyecto se ubica en un lugar estratégico entre las rondas, la Contramurada y el anillo exterior de Ciudadela. El edificio asume la forma del solar ocupándolo en su totalidad, pero conectando a través de un pasaje en planta baja las dos pequeñas plazas: la situada junto a la avenida Capitá Negret y la explanada que remata la plaza de La Pau en su contacto con la Escuela. La primera es un espacio estancial sin obstáculos y en el que se tratan las medianerías con vegetación vertical. En el corazón de esta plaza y se sitúa un gran platanus hispánica que da sombra a un banco circular. La segunda plaza es un espacio despejado y ligeramente inclinado que se encuentra con el edificio a través de un graderío lineal y se concibe como un escenario ideal para espectáculos musicales al aire libre y como lugar cotidiano de descanso para los estudiantes. Las plazas y el pasaje se configuran como un espacio continuo, sin escalones, con suaves pendientes de pavimentos pétreos que resuelven la transición con naturalidad.
El edificio se expresa con una arquitectura masiva, según el modelo compositivo que establece la ordenanza del Conjunt Historic. Sin embargo, se vacía y se hace transparente en su planta baja hacia la plaza de La Pau. Se obtiene así una mutua continuidad visual entre el espacio público exterior y el corredor público interior que envuelve la sala el auditorio.
Este generoso espacio de circulación, en suave pendiente, es importante en el proyecto porque conecta las cotas de las fachadas opuestas en la calle Capità Negrete y la Josepa Rossinyol y la del acceso principal y secundario al edificio, de manera que éste disfruta de una única planta baja continua, accesible, sin escalones, que acomoda sus distintos niveles a los establecidos normativamente para ambas calles.
El proyecto respeta estrictamente el Estudi de Detall, tanto en su volumen máximo como en sus alturas de cornisa y las alturas libres de sus plantas.
La construcción del edificio se plantea en términos de sostenibilidad, sencillez y durabilidad en sus materiales. Es una construcción masiva, resuelta en su mayor parte mediante muros de carga de piedra de marés, de entre 30 y 45 cm de espesor. En planta baja, allí donde conviene una mayor transparencia entre espacios interiores y exteriores, los muros de marés descansan sobre pórticos de hormigón de luces cortas. En general, las estructuras horizontales se resuelven con losas de hormigón convencionales, con una losa pretensada en el forjado de techo del auditorio. Las estructuras horizontales de cubierta se construyen con vigas de madera contra-laminada y forjados en sándwich de madera, también en CLT. Los interiores se completan con una variedad muy corta de materiales y unos pocos criterios extensibles a todo el edificio. El marés queda visto hasta los dinteles de las puertas, por encima de los cuales aparecen frisos y revestimientos acústicos de madera de pino. Las carpinterías exteriores, también de madera, son dobles con estor solar intermedio y un sistema de ventilación natural entre ambas. Los pavimentos alternarán superficies de madera en las salas de ensayo y pétreos en los corredores y espacios comunes. Todas las tabiquerías serán de montaje en seco, reutilizables, con aislamientos térmico-acústicos naturales. Las cubiertas inclinadas serán de teja cerámica sobre rastreles.
